Buenas costumbres en el hogar: el reciclaje de residuos
Es el momento de iniciar (o retomar) buenas costumbres en el hogar. La vuelta a la rutina tras el paréntesis, un poco anárquico, que supone el verano en nuestra vida cotidiana favorece la adopción de hábitos que sean beneficiosos tanto para nuestro ahorro personal como para el medioambiente que nos rodea.
¡No caigamos en la errónea creencia de que no podemos hacer nada para contribuir a la salvaguarda del equilibrio medioambiental! Cada aportación que realicemos, por mínima que nos parezca, es un granito de arena más.
Las tres erres ecológicas: reducir, reutilizar, reciclar
La regla de las tres erres ecológicas es una propuesta sobre hábitos de consumo que la organización ecologista Greenpeace se ha encargado de difundir, y que hace hincapié en la importancia de adoptar hábitos de consumo responsable.
Por orden de importancia bioecológica, estos nuevos hábitos se clasificarían en:
- Reducir: reducir consumo de elementos contaminantes, reducir emisiones de gases nocivos a la atmósfera, reducir consumo de productos con grandes embalajes…
- Reutilizar: se basa en hacer lo posible por prolongar la vida útil de los elementos que utilizamos en nuestra vida cotidiana: rellenar botellas, imprimir el papel por ambas caras…
- Reciclar: la que protagoniza nuestro post de hoy. Se fundamenta en la conversión de productos o elementos ya utilizados en materias primas que sirvan para fabricar nuevos productos o elementos, fundamentalmente.
Pero… ¿sabemos en qué consiste un proceso de reciclaje?
El proceso de reciclaje consiste en someter a una serie de residuos a procesos que permitan obtener otros productos de ellos, o materias primas; es decir, se obtienen materias primas a partir de desechos, introduciéndolos de nuevo en el ciclo de vida.
¿Por qué reciclamos? Por muy diversos motivos: agotamiento de recursos naturales, eliminación eficaz de desechos que los humanos ya no necesitamos, nuevos usos de productos que ya no nos sirven…
La cadena de reciclaje se inicia en los contenedores de recepción, ya sean particulares o industriales. Estos residuos se recogen y trasladan a las plantas de clasificación, donde se clasifican y se separan los residuos válidos, y finalmente pasan al reciclador final, que es el punto final en el que estos residuos se transforman en materias primas o fuentes de energía.
Los contenedores
- Amarillo (envases): en este contenedor se depositan todo tipo de envases ligeros como plásticos y latas.
- Azul (papel y cartón): en este contenedor se depositan los envases de cartón, así como cualquier residuo de papel: periódicos, folios, cuadernos (sin la anilla), papeles de envolver, etc.
- Verde (vidrio): en este contenedor se depositan los envases de vidrio (sin tapas, en el caso de los botes)
- Residuos peligrosos: los hay para todo tipo de residuos que no se pueden reciclar por otra vía: pilas, aceites usados, teléfonos móviles…
Y tú, ¿acostumbras a reciclar en tu hogar?
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