Cómo conservar la carne fresca
Para seguir una dieta saludable y completa no hay nada como consumir alimentos frescos y de temporada, la especialidad de Supermercados MAS. No obstante, frutas, verduras, pescado y carne frescos tienen el handicap de que deben consumirse en un tiempo limitado, pues, una vez superado, empiezan a perder su frescura, propiedades y sabor. Por ello, cuando hablamos de cárnicos, casi tan importante como comprar género de calidad es saber cómo conservar la carne fresca.
La carne es un alimento básico en nuestra dieta, rico en proteínas y con un contenido importante en agua, lo que la hace susceptible a la contaminación bacteriana, por ejemplo, por Listeria, Salmonella y E. coli.
Para evitar que la carne se estropee son claves una correcta gestión de la temperatura a la que se guarda y el tiempo, así como tener en cuenta las distintas formas en las que se compra: piezas enteras, en bandejas o picada. Ahora que estamos en época de Montanera, el mejor momento del año para consumir cerdo ibérico, te vendrá muy bien estos consejos básicos para conservar la carne fresca.
Consejos para conservar la carne fresca
Estas son los mejores tips para conservar la carne fresca de forma adecuada:
- De la tienda a la nevera. Es fundamental no romper la cadena de frío, especialmente en verano. Puedes asegurarte de no hacerlo transportando la carne en bolsas para los congelados o comprando la carne lo último. Una vez en casa, debe conservarse refrigerada en la nevera una temperatura de unos 4ºC. Así debe de mantenerse hasta el momento de su consumo. Lo mejor es que la guardes en la parte inferior de la nevera para que no gotee sobre otros alimentos. Si vas a congelar, para la carne deberemos tener una temperatura de unos -18ºC.
- Limpia de jugos y guarda en recipientes herméticos. Es muy importante proteger la carne del contacto con el aire hasta que se vaya a cocinar para evitar la contaminación, pues este la oxida y la estropea. Por ello, te aconsejamos que la guardes en recipientes cerrados de forma hermética. También es importan que la carne esté limpia y libre de jugos. Seca con papel absorbente si hace falta y cambia el papel de la carnicería por papel film.
- Máximo 72 horas. Aunque mantengas la carne fresca en la nevera, lo adecuado es que la cocines antes de las 72 horas tras haberla comprado. A partir de este momento, puede empezar a echarse a perder. Concretamente, las piezas para asar (redondillo, roat beef…) aguante bien en la nevera 4 o 5 días; si viene troceada o en filetes, se mantiene en condiciones entre 2 y 3 días, al igual que la carne cocida, y la carne picada entre 1 y 2 días, por haber sido manipulada y haber tenido mayor contacto con el aire.
- Envasada en bandeja. Si has comprado la carne en bandeja, contarás con más garantías de conservación, ya que esta la protege e impide que absorba olores en la nevera y suelen incluir aditivos de conservación. Así, puede conservarse en buen estado durante más tiempo de lo habitual. En cualquier caso, presta atención a la fecha de caducidad, que viene claramente indicada en la bandeja.
- Cómo congelar la carne fresca. Debes congelar la carne fresca lo más rápido posible para evitar la formación de cristales de hielo. Lo mejor es cortarla en trozos y envolverlos en film separando la raciones. Si las vas a congelar ya cocinada, espera a que se enfríe y guarda en recipientes herméticos. Puedes aprender mucho más sobre cómo congelar y descongelar los alimentos en este enlace.
- Descongela en la nevera. Es muy importante que no descongeles la carne a temperatura ambiente, pues con la exudación puede perder sabores y nutrientes. Descongela en la nevera y de forma lenta para que el proceso sea uniforme. Una vez descongelada, cocina inmediatamente para evitar su deterioro.
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