Cómo diferenciar los distintos tipos de queso
Si te gusta el queso, en este post te ayudaremos a diferenciar entre los distintos tipos de queso que existen. A la hora de elegir, no te quedes sólo con el sabor, conoce también sus propiedades, que son muchas y diferentes según la variedad. Existen numerosos tipos de clasificación, pero nosotros nos quedaremos con las tres de mayor utilidad: origen de la leche, textura de la pasta y proceso de maduración. ¡Toma nota de los detalles!
Según la leche empleada:
- Queso de cabra. El queso elaborado con leche de cabra destaca por su bajo contenido en grasas y colesterol y su gran aporte de proteínas, vitaminas y calcio. Es un queso cremoso y consistente, de gran sabor, que resulta fácil de digerir, dado que tiene menos lactosa y partículas grasas que la leche de vaca. Ello lo hace más adecuado para los niños o personas con intolerancias alimentarias. Puede presentarse fresco, tierno, en rulo, dados o cuñas, tal y como puedes encontrarlo en nuestros Supermercados MAS. Entre los más conocidos están el queso Cabrales, el Majorero canario o el Feta.
- Queso de oveja. El de oveja es uno de los quesos más apreciados de la dieta mediterránea, más rico en grasas y proteínas que los elaborados con leche de vaca, y también más fáciles de digerir. Al tener poca cantidad de agua, son más densos e intensos de sabor, de gran cremosidad y muy aromáticos. Entre sus propiedades, destaca su riqueza en proteínas y energía, así como su alto contenido en minerales y vitaminas del grupo B. Algunos de los más populares son el queso Manchego, Pecorino o Idiazábal.
- Queso de vaca. Son los más comunes debido a la mayor producción de leche de vaca y por tener un sabor más suave que el resto. ¿Qué aporta le leche de vaca? Minerales, calcio, proteínas, vitaminas A, D, B y E. Además, es hidratante y saciante y proporciona energía. Gracias a la utilización de leche descremada (semidesnatada y desnatada) se ha conseguido reducir el contenido graso de los quesos derivados. Los quesos Cheddar, Provolone, Emmental o Gouda son quesos elaborados por leche de vaca.
- Queso de búfala. Es un tipo de queso elaborado con leche de la hembra del búfalo. De color blanco y sabor dulce, tiene como ejemplo más común a la mozzarella, típico de la cocina italiana. Es un tipo muy graso y se usa tanto fresco, en ensaladas, como tierno o seco. Destaca por su gran contenido en proteínas, calcio, hierro, fósforo y vitamina A.
Según el proceso de maduración:
- Queso fresco. Es un queso blando que retiene gran parte del suero de la leche y no necesita maduración, por lo que puede ser consumido justo después del proceso de fabricación. Ejemplos típicos de queso fresco son el queso de Burgos o Mascarpone.
- Quesos madurados. Al contrario, son los quesos que tras su elaboración necesitan pasar un
tiempo a temperatura y humedad determinadas que provoquen cambios físicos y químicos en su materia prima, dando lugar a distintas variedades:
- Tierno: Maduración de entre 7 y 35 días.
- Semicurado: Maduración entre 36 y 104 días (según peso).
- Curado: Maduración entre 106 a 179 días (según peso).
- Viejo: Maduración entre 180 a 269 días (según peso).
- Añejo: Maduración de más de 269 días.
Según la textura de la pasta:
- Pasta dura: Ideales para rallar, como el Parmesano.
- Pasta semi-dura: Son la mayoría de los quesos, como el Edam o el Gruyére.
- Pasta blanda: Quesos cremosos como el Brie o el Camembert.
- Pasta semi-blanda. Qusos azules como el Cabrales o el Roquefort.
- Pasta muy blanda: Quesos frescos fundamentalmente.
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