Las cualidades del arroz
El consumo regular de arroz resulta en efecto un factor positivo para la prevención y mejoría de algunas patologías, como la hipertensión y la hipercolesterolemia.
El consumo habitual de arroz, acercándose a la frecuencia recomendada dentro los parámetros de dieta equilibrada, es decir, de 2 a 4 veces por semana, se aconseja a toda la población ya que una característica de este alimento es su bajo contenido en sodio.
La cáscara del arroz, además de los componentes fibrosos, contiene también fitosteroles, capaces de reducir los niveles de colesterol sanguíneo. Por tanto, personas con colesterol elevado, para obtener los beneficios mencionados será preciso que elijan el arroz integral que conserva la cáscara.
Una característica particular de la cáscara del arroz es su contenido en silicio, útil en la formación del hueso, aconsejándose para el restablecimiento después de una fractura, para personas mayores cuyo proceso de cicatrización en el hueso es lento, también para la prevención de la osteoporosis y para terapia de la fragilidad de los huesos, sobre todo en personas ancianas.
Por otra parte, el arroz blanco hervido con un poco de aceite y sal, constituye uno de los primeros alimentos sólidos que deben tomarse después de haber pasado una diarrea de cualquier etiología. Su excelente capacidad de digestión, unida a la suave acción astringente que posee al carecer de fibra, hacen del arroz un alimento recomendable para recuperar la mucosa intestinal tras una gastroenteritis. Igualmente, por tratarse de un alimento energético, está indicado como uno de los alimentos de primera elección en situaciones de gran desgaste físico, ya sea laboral o por la práctica de ejercicio.
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