Lo primero que haremos es estabilizar la sandía. Para ello corta un trozo de manera que quede una base sobre la que apoyarla.
Corta rodajas de unos 3 cm de grosor y quítales la piel.
Pártela en cuadrados del tamaño de un cuadrado. Pon la sandía en un fuente.
Parte unas aceitunas negra y añádelas a la sandía.
Desmiga queso tipo feta por encima.
Añade un poco de sal y un chorro de AOVE.
Pon unas hojas de albahaca fresca por encima ¡Ya está lita tu deliciosa y fresca ensalada de sandía!