Pestiños tradicionales
Endulza tu semana con estos pestiños que nuestra cocinera te enseña a elaborar paso a paso, siguiendo la receta tradicional.
Su aroma a canela, naranja y limón y matalahúva impregnarán toda la casa ¡Los disfrutarás desde que empieces a hacerlos!
Pon 70 ml de aceite de oliva en un sartén con un trozo de cáscara de limón y otro de naranja para aromatizarlo.
Una vez que se hayan dorado, añade unas semillas de anís o matalaúva al gusto y apaga el fuego. Deja que el aceite se enfríe a temperatura ambiente.
Pon en un cuenco grande 70 ml de vino blanco, el aceite ya frío, un poco de ralladura de limón y 250 g de harina de trigo. Mezcla bien hasta obtener una masa y trabájala durante 10 minutos en una superficie plana.
Deja reposar la masa media hora cubierta con un film transparente.
Extiende la masa con un rodillo hasta que tenga el grosor de una moneda. Córtala en tiras de unos 4 cm y después en cuadrados.
Cada cuadrado lo transformamos en el clásico pestiño, doblando hacia adentro dos de las puntas y uniéndolas.
Calienta una sartén con abundante aceite y fríelos por tandas, dándoles la vuelta para que se doren por igual.
Cuando estén bien fritos, escurre los pestiños sobre papel de cocina.
Pon en un plato azúcar y canela y pasa por la mezcla cada pestiño, aún caliente, para que se impregne bien ¡A disfrutarlos!
Ingredientes
Pasos
Pon 70 ml de aceite de oliva en un sartén con un trozo de cáscara de limón y otro de naranja para aromatizarlo.
Una vez que se hayan dorado, añade unas semillas de anís o matalaúva al gusto y apaga el fuego. Deja que el aceite se enfríe a temperatura ambiente.
Pon en un cuenco grande 70 ml de vino blanco, el aceite ya frío, un poco de ralladura de limón y 250 g de harina de trigo. Mezcla bien hasta obtener una masa y trabájala durante 10 minutos en una superficie plana.
Deja reposar la masa media hora cubierta con un film transparente.
Extiende la masa con un rodillo hasta que tenga el grosor de una moneda. Córtala en tiras de unos 4 cm y después en cuadrados.
Cada cuadrado lo transformamos en el clásico pestiño, doblando hacia adentro dos de las puntas y uniéndolas.
Calienta una sartén con abundante aceite y fríelos por tandas, dándoles la vuelta para que se doren por igual.
Cuando estén bien fritos, escurre los pestiños sobre papel de cocina.
Pon en un plato azúcar y canela y pasa por la mezcla cada pestiño, aún caliente, para que se impregne bien ¡A disfrutarlos!
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