Tips para mantener los frescos más tiempo como el primer día
Con altas temperaturas del verano nuestros alimentos frescos corren el riesgo de estropearse más rápido. Además de comprar sólo lo que vayas a consumir en un tiempo prudencial, guíate con los tips que te ofrecemos para mantener los frescos más tiempo como el primer día.
Leche, carnes, pescados, huevos, frutas y verduras… todos ellos pueden echarse a perder con el calor y sufrir la proliferación de bacterias. Estas, además de perder su aspecto o sabor, pueden ver alteradas sus propiedades nutritivas y, sobre todo, pueden provocarnos enfermedades.
La nevera es nuestra gran aliada para mantener los frescos por más tiempo, aunque debemos saber usarla bien para que nos dé resultados óptimos ¡Te contamos cómo!
Extrema la higiene en la cocina
Tanto si vamos a guardar los alimentos como si vamos a cocinarlos, debemos tener las manos limpias, así como los utensilios y superficies de la cocina.
A la hora de cocinar, no uses el mismo cuchillo o tabla de corte para la carne y el pescado, pues es muy importante evitar la contaminación cruzada.
Cada alimento tiene su sitio en la nevera
Si hablamos de alimentos que hay que conservar en la nevera, un truco infalible para mantenerlos frescos más tiempo como el primer día es colocarlos en su lugar correspondiente en el frigorífico ¡Te lo indicamos al detalle!
- Zona alta: alimentos que menos frío necesitan: comidas cocinadas, salsas caseras, mermeladas, purés, fruta cortada, verdura cocinada o huevos.
- Zona media: es la mejor zona de la nevera para colocar los lácteos: leche, yogur, queso, etc.
- Zona baja: aquí es donde deben colocarse los frescos, que necesitan más frío para conservarse. Coloca aquí las bandejas de carne, el pescado, el fiambre… Es también la parte ideal para colocar los alimentos para descongelar, ya que así se evita que se contaminen los alimentos de los estantes inferiores.
- Cajones: la fruta y la verdura debe ir en los cajones, la zona menos fría de la nevera. Procura colocar las frutas en un cajón y las verduras en otro, y déjales espacio para que respiren.
- Puerta: esta zona está sujeta a más cambios de temperatura. Por ello, es mejor colocar aquí la mermeladas, salsas y bebidas.
Lava las frutas y verduras antes de consumir
Las frutas y verduras se lavan justo antes de cocinar o consumir. Si lo haces antes, aportas humedad a los alimentos, lo que hace que se echen a perder antes.
Lo fundamental para desinfectar las frutas y verduras es lavarlas bien bajo el chorro de agua potable antes de pelarlas. Con ello, conseguimos reducir de forma considerable los posibles microorganismos que puedan contener.
Es aconsejable secarlas, mejor con papel de cocina para evitar la contaminación cruzada que pueden ocasionar los trapos de cocina.
Cómo preparar la carne antes de refrigerar o congelar
Guarda la carne en la nevera en cuanto llegues a casa y colócala bandeja inferior, para que sus posibles jugos no goteen encima de otros alimentos.
No obstante, te aconsejamos también que antes de refrigerarla elimines el exceso de jugos con un papel absorbente y las guardes en envases herméticos para evitar el contacto con el aire.
La carne debe conservarse refrigerada en la nevera una temperatura de unos 4ºC ¡Tenlo en cuenta! Si vas a congelar, para la carne deberemos tener una temperatura de unos -18ºC.
Conservar pescado y marisco
Una vez tengamos nuestro pescado o marisco en la nevera, tenemos que asegurarnos de que esta no se abre y cierra muchas veces, y que esto puede generar un cambio en la temperatura y estropear su conservación.
Concretamente, debe mantenerse en una temperatura continua de 0º a 4ºC, por lo que se puede introducir en hielo picado, ponerle un paño húmedo o guardarlo en envolturas o recipientes herméticos que conserven el frío.
Si vamos a comerlo en poco tiempo, se puede guardar en la nevera. Tanto el pescado blanco como el azul durarán en óptimas condiciones durante 2 y 3 días. Pero, si vamos a comerlo más adelante, debemos congelarlo.
Sala el pescado
Un truco para mejorar la conservación del pescado si no vamos congelarlo es lavarlo con agua y después salarlo.
Lo guardamos en una bolsa hermética y envasamos al vacío. Así puede aguantar casi hasta una semana en la nevera.
Frutas y verduras que no pueden ir juntas
¿Sabías que no todas las frutas pueden ir juntas? Hay frutas y verduras que siguen madurando una vez se recolectan, liberando gas etileno, el cual puede estropear a otras frutas que entren en contacto con ellas. Por ello, si no queremos que la maduración de unas afecta a otras, debemos poner separadas:
- Frutas climatéricas. Son las que siguen madurando una vez recolectadas. Es el caso de manzanas, peras, plátanos, melones, aguacates, albaricoques, higos, nectarinas, melocotones, ciruelas, tomates, mangos…
- Frutas no climatéricas, es decir, aquellas que no van a seguir madurando una vez recolectadas. Estamos hablando de cerezas, uvas, naranjas, piñas, sandías… Y verduras como el brócoli, la calabaza, la zanahoria, la lechuga, la berenjena…
Separa las patatas de las cebollas
En la despensa, mantén alejadas las cebollas de las patatas. Los gases producidos por las cebollas hacen madurar las patatas más rápido.
Colocar una manzana junto a las patatas también ayudará a que estas no se pudran, a causa del gas etileno que emite, que las conserva.
Estos alimentos no necesitan refrigeración, sólo que los conserves (ya sabes, por separado) en un lugar fresco, oscuro y seco de la casa.
Utiliza recipientes herméticos
Los mejores recipientes para mantener tus frescos por más tiempo son las bolsas de papel, táper o tarros de cristal. Los recipientes herméticos ayudan a que los alimentos se conserven en buenas condiciones durante más tiempo.
Evita siempre las bolsas de plástico, ya que estas hacen que la humedad la nevera se concentre y no permiten la oxigenación de los alimentos, una cuestión clave para su conservación.
Las frutas delicadas como las fresas, las cerezas y los higos se ponen en un recipiente en la nevera, con papel absorbente debajo y sin cortarles el tallo. Pueden durar hasta dos o tres días.
Ensalada siempre fresca
Para mantener la ensalada fresca y crujiente, coloca las hojas en un recipiente y añade un par de hojas de papel de cocina en la parte superior. Tapa bien el recipiente para aislar todo el aire posible.
Así, evitaremos que la humedad se asiente en las hojas, ayudándolas a mantenerse frescas y evitar que se marchiten.
Separa los alimentos crudos de los cocinados
Otra norma importante a la hora de mantener los frescos por más tiempo como el primer día es no colocarlos al lado o en contacto con alimentos ya cocinados o listos para su consumo, para evitar la posible transferencia de microorganismos.
Coloca los alimentos sin cocinar en recipientes limpios y herméticos y en una zona aparte de los alimentos ya listos para comer.
