Croquetas de gamba al ajillo
Pocos bocados tan deliciosos y sencillos de preparar como unas croquetas. Esta semana, nuestro cocinero te propone una rica receta de croquetas de gambas al ajillo que te sorprenderán por la singular conjunción de los sabores de la bechamel y las gambas con su toque de ajo y guindilla. ¡Anímate, no te decepcionarán!
En una olla al fuego ponemos los 120 ml de aceite y los ajos picados. Es importante que sean esos 120 ml porque a partir de ellos haremos la bechamel y es la cantidad que necesitamos.
Los ajos los ponemos con el aceite frío, que se vayan dorando poco a poco. Cuando empiecen a dorarse, añadimos las gambas, cocinamos un par de minutos.
Añadimos los 100 g de harina y removemos bien. Cocinamos un minuto, para que la harina pierda el sabor a crudo.
Vamos añadiendo la leche poco a poco mientras removemos. Cocinamos la bechamel unos 20 minutos. Tiene que quedar una bechamel más bien espesa, que veamos que se separa bien de las paredes de la olla.
Ponemos en una bandeja y dejamos enfriar cubierta por papel film, para que no cree costra.
Una vez fría, la metemos un par de horas en el frigorífico.
Formamos las croquetas con dos cucharas o con las manos húmedas. Las pasamos por harina, huevo batido y pan rallado.
Las freímos en abundante aceite caliente.
¡Deliciosas!
Ingredientes
Pasos
En una olla al fuego ponemos los 120 ml de aceite y los ajos picados. Es importante que sean esos 120 ml porque a partir de ellos haremos la bechamel y es la cantidad que necesitamos.
Los ajos los ponemos con el aceite frío, que se vayan dorando poco a poco. Cuando empiecen a dorarse, añadimos las gambas, cocinamos un par de minutos.
Añadimos los 100 g de harina y removemos bien. Cocinamos un minuto, para que la harina pierda el sabor a crudo.
Vamos añadiendo la leche poco a poco mientras removemos. Cocinamos la bechamel unos 20 minutos. Tiene que quedar una bechamel más bien espesa, que veamos que se separa bien de las paredes de la olla.
Ponemos en una bandeja y dejamos enfriar cubierta por papel film, para que no cree costra.
Una vez fría, la metemos un par de horas en el frigorífico.
Formamos las croquetas con dos cucharas o con las manos húmedas. Las pasamos por harina, huevo batido y pan rallado.
Las freímos en abundante aceite caliente.
¡Deliciosas!
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