¿Vino blanco? Aprende a saborearlo…

Hoy vamos a aprender las pautas básicas para la perfecta conservación de este tipo de vino y su combinación con los distintos alimentos, para así sacarle mayor partido. Estamos lejos de convertirnos en expertos del vino, pero aquí os dejamos los primeros consejos.

Conservación

El vino blanco debe mantenerse a una temperatura relativamente baja alrededor de unos 15ºC, pero lo realmente importante es que sea estable, que no sufra cambios de temperatura. La luz natural juega un papel importante, por lo que no debe dar directamente en la botella ya que podría alterar el vino.

Lo ideal es crear un rincón en nuestra casa dedicado a mantener en perfecto estado nuestros vinos, siempre en estado horizontal, lo que permitirá que el corcho permanezca húmedo.

Maridaje

Una comida nos aporta un conjunto de sabores que la definen y que determinan con que tipo de vino debemos acompañarla. Lo primero es tener claro que el sabor y el aroma del vino debe superar al del plato.

Generalmente asimilamos que las carnes blancas casan con los vinos blancos, pero hay muchos otros alimentos que también enlazan perfectamente, pero tenemos que tener en cuenta el tipo de vino blanco que vamos a tomar:

Un vino blanco con cuerpo, podemos combinarlo con crustáceos a la parrilla, moluscos de concha (almejas, ostiones) y pescados de sabor pronunciado. Los blancos criados en madera son deliciosos con pescados y mariscos muy condimentados, aves o ternera a las brasas, carnes ahumadas o marinadas.

Sin embargo, si hablamos de vinos blancos ligeros es recomendable acompañarlos con  crustáceos, pescados blancos poco condimentados, alimentos con poca cantidad de especias, etc.

Además de todo, estos vinos son considerados ácidos y están recomendados para compensar una comida grasa.

El tipo de vino que bebemos durante la comida puede tener efectos sobre el sabor de ésta, o viceversa.

¿Sabes cuál es la temperatura adecuada para servir el vino blanco? ¡A los 7ºC estará perfecto para saborearlo!