Consejos para mejorar y aumentar las defensas en los niños
La alimentación es una de las mejores aliadas para reforzar las defensas en los niños. Factores como un estilo de vida estresante o una alimentación poco saludable, con exceso de azúcares o grasas saturadas, pueden debilitar su sistema inmune y hacerlos más propensos a sufrir infecciones.
Sin embargo, una dieta completa, sana y equilibrada puede aportarles los nutrientes que necesitan para mantener su sistema inmunológico fuerte. Te damos algunos consejos para mejorar y aumentar las defensas en los niños.
Consejos de alimentación para aumentar las defensas
- Nutrientes para mejorar las defensas. Para mantener unas defensas fuertes capaces de hacer frente a las infecciones es básico introducir en la dieta carbohidratos (pasta, pan, arroz, patatas…); grasas saludables como el Omega 3 (frutas secos, pescado azul) y, por supuesto, el aceite de oliva. Tampoco pueden faltar las proteínas de la carne, pescado, huevos, queso, legumbres y los cereales); las vitaminas A y E, presentes en el aguacate, el brócoli, la zanahoria, las aceitunas…; vitamina C (naranjas, fresas, pimiento, kiwi); y vitamina D, como los lácteos; y los minerales como el zinc (que puedes encontrar en las gambas o pipas de girasol), el hierro (frutos secos, legumbres, perejil); o selenio (setas, marisco o huevos).
- Alimentos clave para reforzar las defensas, como los probióticos, presentes en yogures y leches fermentadas o algunos preparados que puedes encontrar en la farmacia; la miel, que es antiinflamatoria y bactericida; la jalea real y el propóleo, un suplemento que pueden tomar a partir de los 3 años. Y, lo más importante, líquidos para mantenerse hidratados, sobre todo, agua y caldos. Si quieres una lista completa de los alimentos concretos que pueden ayudarte proteger el sistema inmunológico, pincha en el enlace.
Otros consejos para reforzar el sistema inmune
- Descanso suficiente. Los niños necesitan dormir sus horas durante la noche y también siesta si la demandan. No hay sistema inmune fuerte sin descanso suficiente.
- Ejercicio físico moderado. El deporte suave es beneficioso para todos, para los niños también, siempre adaptado a su edad y estado físico.
- Tomar el Sol. Fuente de energía donde las haya, ayuda a sintetizar la vitamina D ¡Hay que tomarlo en invierno también!
- Higiene. Muchas bacterias llegan a través de las manos. Por ello, es importante que los niños se laven las manos antes de comer y después de ir al baño.
- Evitar cambios bruscos de temperatura. Cuidado con la calefacción o el aire acondicionado excesivos, que reseca las mucosas y estimulan la aparición de resfriados e infecciones.
- Ventilar la casa. Diariamente, mejor por la mañana, para oxigenar el aire, reducir el polvo y los malos olores. Con unos 10 minutos al día es suficiente.
- No fumar en presencia de niños. Parece simple, pero en muchas ocasiones no nos damos cuenta de que ocurre, y la presencia de tabaco en su entorno cercano puede ser una amenaza para su sistema inmune.
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