Miel: salud y sabor

La miel es elaborada por las abejas para alimentar a sus larvas y asegurarse la subsistencia durante el invierno, y que utilizamos debido a sus grandes propiedades terapéuticas y nutricionales.

 

honey

Su valor nutritivo varía notablemente según la flora de origen, la zona, el clima. Es esencialmente una disolución acuosa concentrada de azúcar invertido, que contiene además una mezcla de otros hidratos de carbono, diversas enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, minerales, sustancias aromáticas, ceras, etc.

Su concentración en azúcares lo convierte en un alimento calórico. El elemento más abundante es el potasio seguido de cloro, azufre, calcio, fósforo, magnesio, etc. Su color y sabor dependen de la edad de la miel y de la fuente del néctar. Las mieles de color claro suelen ser de mejor calidad que las oscuras.

Entre los beneficios que aportan a nuestra salud, destacamos los siguientes:

– Ayuda en la digestión y asimilación de otros alimentos.

– Mejora la conservación de los alimentos.

– Actúa como regularizador del funcionamiento intestinal.

– Es muy recomendada para calmar la tos.

– Posee propiedades sedantes.

– La miel tiene una importante acción curativa sobre las heridas.

– Consumir una cucharada de miel al día, beneficia nuestro rendimiento físico. Es utilizada para el tratamiento de personas que padecen estados de cansancio.

– La miel contiene ácido fólico. Es aconsejable su consumo ya que contribuye a la formación de glóbulos rojos.

– Es muy utilizada para el tratamiento de faringitis, laringitis, gripes o la gastritis.

– La miel de las abejas es un bactericida natural por lo que se utiliza para las quemaduras y ulceras.