6 alternativas saludables a las patatas fritas

¿Estás buscando alternativas saludables a las patatas fritas para acompañar tus platos? Hay muchas más opciones de las que te imaginas. Sabemos lo riquísimas que están las patatas fritas, pero también es cierto que hay otras muchas parejas posibles para tus platos favoritos que pueden ser más sanas.

De hecho, no hay por qué renunciar a disfrutar de la patata, sólo hay que buscar otras maneras de cocinarla que resulten más equilibradas. Si no se te ocurre nada, te ayudamos con algunas de nuestras alternativas saludables a las patatas fritas favoritas ¡Pruébalas y descubre cuál te encaja mejor!

Zanahorias asadas

Las tenemos siempre en casa, pero no le damos ni la mitad de su posible uso en la cocina. ¿Quieres evitar las patata fritas? Lava unas zanahorias, córtalas en bastones y ásalas al horno con algunas especias.

También podéis ser más atrevidos y añadirle canela, nuez moscada, pimentón dulce o cayena, que combinan muy bien con una salsa fresca de yogur o mostaza.

Otra opción es cocerlas o hacerlas al vapor y servirlas bien aliñadas con ajito, comino y perejil ¡Deliciosas!

Ensalada de col

Al estilo americano. Acompaña tus platos con una ensalada de col fresquita y ligera ¿Sabes como hacerla? Es muy fácil, la coleslaw sólo lleva col y otros vegetales como cortados en juliana fina y una salsa ligera, que puede ser mayonesa, crema agria o salsa de yogur.

La receta tradicional lleva col blanca, zanahoria, manzana, mayonesa, crema agria, mostaza de Dijon, cebolla y vinagre.

Para elaborarla, corat la col en rodajas muy finas. Haz lo mismo con la zanahoria y la manzana. Los mezclamos en un bol y añadimos cebollita cortada de la misma forma. Reservamos. Para la salsa, mezclamos 4 cucharadas de creme fraiche o nata con 2 cucharadas soperas de mayonesa y 2 cucharadas pequeñas de mostaza. Agregamos un chorro generoso de vinagre y lo movemos todo muy bien. Aliñamos la ensalada con la salsa, removiendo para que quede todo bien integrado. Enfríamos en la nevera hasta servir, cuando quitaremos el líquido que haya soltado la col.

Patatas gajo al horno

Un pequeño gesto puede hacer tu guarnición más saludable. En lugar de freírlas, córtalas en gajos y hazlas al horno, con piel incluida.

Si las acompañas de especias como romero, tomillo o le echas un poco de pimentón pueden resultar muy sabrosas. Como acompañamiento de hamburguesas y sandwiches quedan estupendas.

Para que practiques, te dejamos nuestra receta de patatas gajo saludables. 

Descubre diferentes formas de cocinar la patata y trucos para aprovechar su piel.

Chips de batata

La batata es una de las alternativas saludables a las patatas fritas más usadas. La batata es un alimento muy bajo en calorías pero rico en vitamina E, de gran poder antioxidante y energética. Además de ser más saludables, sobre todo si las haces al horno o al vapor, tienen un sabor dulce que le va muy bien a la carne.

Córtalas en rodajas, añade un chorrito de aceite y sal y hornea hasta que estén doraditas ¡Muy ricas!

Aquí tienes 7 recetas fáciles para incorporar la batata a tu dieta.

Plátano macho crujiente

Una de las alternativas saludables a las patata fritas más sabrosas es el plátano macho o patacón. Perfecto para acompañar perritos calientes, bocadillos, hamburguesas o carnes de barbacoa, por ejemplo.

Tradicionalmente, se fríe en aceite, pero los puedes hacer más ligero cocinándolo a la plancha o al horno. Para hacerlos, pélalos, retira los extremos corta en rodajas de unos 3 cm.

Si los quieres «pisaos», tras hacer un primer asado o fritura, envuelve en una hoja de papel cada porción y aplasta con un rodillo. Vuelve a freir o asar hasta que estén dorados y crujientes. Deja escurrir sobre papel de cocina y añade sal gruesa.

Chips de verduras

Seguro que los has visto en el supermercado y en algunos restaurantes ¡Hazlos en casa! Una vez que los pruebes, no los abandonarás ¡Atención! También puedes hacer una combinación de chips de fruta y verdura con boniato, plátano, manzana, zanahoria y calabacín, por ejemplo.

Para ello, te aconsejamos que uses una mandolina, ya que con ella puedes conseguir unos chips finitos perfectos. Una vez cortados, puedes hacerlos al horno o fritos. Lo idea es deshidratarlos, para lo que necesitamos varias horas.

Precalentamos el horno a 60º con calor arriba abajo. Lavamos y secamos las verduras, dejándoles la piel. Cortamos en rodajas muy finas y las colocamos en una bandeja de horno forrada con papel para hornear. Horneamos durante varias horas, hasta que veamos que han perdido el agua y están crujientes. Una vez terminado, sacamos la bandeja y dejamos que se enfríen totalmente las piezas.