Trucos para enfriar las bebidas sin usar la nevera

¿Una visita inesperada y sin bebidas frías? ¿Quiere ahorrar en la factura de la luz? A ambas cosas pueden ayudarte estos trucos para enfriar las bebidas sin usar la nevera. Lo único que hay que usar son unos elementos muy sencillos y la imaginación.

A veces es tan sencillo como echar unos cubitos de hielo, pero hay muchas bebidas como la cerveza o el vino que no lo toleran. Añadirles hielo es, simplemente, echarlas a perder. Pero, no te preocupes, existen unos trucos para enfriar las bebidas muy sencillos e infalibles ¡Mira cómo!

Agua, hielo y sal

Sólo necesitas estos 3 elementos para enfriar bebidas sin usar la nevera de forma rápida y súper efectiva. Esto es porque la mezcla de agua y sal provoca una reacción que acelera la bajada de la temperatura.

Simplemente coge un recipiente amplio, en el que quepan las bebidas que vamos a disfrutar, y llena de agua e hielo. Añade sal y remueve. Introduce las botellas o las latas. Espera unos minutos ¡Y la lo tienes!

Truco para enfriar el vino: fundas rellenas de agua

Este método se usa especialmente para enfriar las botellas de vino. Hay que tener cuidado al refrigerar el vino, porque no ocurre como con el resto de bebidas, que cuanto más frías, mejor. Además, cada tipo de vino requiere una temperatura concreta para ofrecer todo su sabor y propiedades.

Mientras que los vinos dulces es adecuado beberlos a 8º C, los blancos secos (sin barrica) hay que enfriarlos a 10º y si han estado en barrica, a 12º. Los espumosos, por su parte, hay que bajarlos a 7ºC. Si hablamos de tintos, los jóvenes sírvelos a 9ºC, pero los crianzas tienen que subir a 15ºC, y los reserva, a 17ºC. Los rosados, mantenlos a 11ºC y, la manzanilla, el jerez o los olorosos, a 11ºC.

Hazte con unas fundas rellenas de agua u otro líquido congelante y enfríalas. Cuando las tengas listas, envuelves con ella las botellas y conseguirás que el líquido se enfríe y, lo más importante, se mantenga fresquito durante toda la comida.

Fruta congelada para los smoothies

¿El smoothie que has preparado se ha quedado demasiado caliente? La vía más rápida es añadir hielo, pero si quieres que no se agüe y, además, ponerle un plus de fruta, añade las frutas congeladas para enfriar las bebidas sin usar la nevera.

Este truco lo puedes usar especialmente empleando uvas o frutos rojos como cerezas, frambuesas o arándanos: son de pequeño tamaño, como un cubito, y se comen de un bocado ¡Pruébalo!

Para la cerveza, vasos congelados

Una técnica tradicional y efectiva es mantener los vasos congelados para que, una vez sirvamos la bebida, esta se enfríe. Funciona bien con los vasos tradiciones de cristal, peor aún mejor con los de barro y con los de latón ¡Toma la cerveza súper fresquita!

Usa hielo seco

Puede que no haya oído hablar antes del hielo seco, pero es un método bastante conocido para eliminar verrugas. Aunque se parece al hielo normal, es C02 en estado sólido, por ello, cuando se «derrite» no deja residuo porque su base no es agua y su estado natural es gaseoso.

Pues cubriendo la bebida con un paño de cocina un poco húmedo y poniéndola sobre el hielo seco, las bebidas se enfrían rápidamente. Pero, atención, no toques el hielo seco con las manos, ya que su baja temperatura puede provocar quemaduras por frío.

Para el agua ¡Un botijo!

Durante muchos años, la manera más típica de enfriar el agua en casa, o también el vino, ha sido introducirlo en un botijo.

Los botijos están hechos de barro arcilloso y poroso que facilita que el agua se filtre de su interior, pareciendo que suda. Cuando entra en contacto con el medio ambiente, el agua se evapora y se enfría. Una manera estupenda y natural de tener agua fresquita todo el día en casa.

Cómo colocar los refrescos en la nevera portátil

Otro de los trucos par enfriar las bebidas rápidamente es utilizar una nevera portátil, la típica de la playa. Es más lenta que otros métodos, pero si colocas bien el hielo y las bebidas como los refrescos se mantendrán súper fresquitas durante bastante tiempo.

Para llevar a cabo el proceso correctamente, hay que colocar el hielo sobre las latas de refresco. Ya que las sustancias frías son más densas que las calientes, las capas superiores del líquido de las latas que están junto al hielo se enfrían y se hacen más densas, con lo que descienden, y pasan a ocupar su puesto otras porciones de líquido más templado, las cuales vuelven a descender cuando son enfriadas por el hielo.

Al cabo de un tiempo, todo el refresco que hay en la lata habrá pasado junto al hielo y se habrá enfriado. Por el contrario, si se ponen las latas encima del hielo, la primera capa se enfría y se hace más densa, pero permanece en el mismo lugar y no cede su puesto a otras, que siguen estando templadas.