El maridaje perfecto para las cenas de Navidad

Si ya tienes el menú ideal para tu fiesta navideña es hora de pensar en el maridaje perfecto para las cenas de Navidad. Todo buen aperitivo, carne, pescado o postre mejorará si lo acompañas del vino adecuado ¡Y por supuesto piensa en el momento del brindis, donde es el absoluto protagonista!

Para que encuentres tu maridaje perfecto para las cenas de Navidad que quedan por delante, hemos seleccionado algunos vinos de la bodega de Supermercados MAS que van genial con los aperitivos, las carnes y pescados de los platos principales y los postres. Ven a por ellos a nuestras tiendas o cómpralos online sin colas en www.supermercadosmas.com.

Para los aperitivos

Los aperitivos piden vinos jóvenes, que no tengan demasiada edad. Como son variados, mejor apostar por vinos ligeros y versátiles, sin mucha madera. En esta línea, aquí tienes algunas propuestas:

• Vino blanco José Pariente. Este verdejo es muy fresco y elegante. Las frutas tropicales y los cítricos destacan en nariz y en boca encontramos un sabor vibrante con notas florales y de hierbas. Por su versatilidad es perfecto para acompañar los aperitivos como canapés o ensaladas. También marida bien con marisco, arroces y pescados blancos.
• Vino rosado Hito. Refrescante como un blanco, pero lleno de los matices y tonalidades de las uvas tintas, los rosé o vinos rosados son vinos muy elegantes, frutales y fáciles de beber. su facilidad para maridar con todo tipo de alimentos lo convierte en el compañero ideal de prácticamente cualquier plato: pescado, carnes ligeras o asados, arroz, pastas, quesos, ensaladas, postres… Descubre cuándo y cómo tomar vino rosado como un experto.
• Vinos generosos andaluces. ¿Por qué no empezar con los vinos de nuestra tierra? La manzanilla y el fino, junto con el oloroso, amontillado y el ‘palo cortao’ son los vinos generosos, 100% andaluces. El fino marida divinamente con embutidos ibéricos o unos salazones. Para saborear la manzanilla, nada como las gambas, langostinos o cigalas. También van genial con ensaladas y boquerones en vinagre. Además, son estupendos para abrir abriendo boca con los aperitivos, como las aceitunas o los encurtidos. Si te pierdes con las manzanillas, aquí encontrarás una lista de manzanillas que puedes comprar en nuestras tiendas.

Vinos para maridar el marisco

Hay una forma de conseguir que el marisco resulte aún más exquisito: maridándolo con un buen vino. Estas propuestas te encantarán:

• Chardonnay. Este vino blanco y aromático combina perfectamente con la langosta, las ostras o los calamares. Un ejemplo es el Somontano Enate Chardonnay.
• Rueda. Los blancos de Rueda son vinos muy completos que tienen el toque de acidez justa para ser dignos compañeros del marisco. Son especialmente adecuados los Ruedas Verdejo como el Rueda Verdejo Cantosan, por su carácter fresco y aromático, si vas a preparar marisco cocido o al vapor como mejillones, berberechos o almejas.
• Barbadillos. Los barbadillos son un clásico de la bodega andaluza, que tienden a ampliar su cartera de vinos con nuevas variedades como la Frizzante o Blanco de Blancos, que armonizan estupendamente con los mariscos, gracias a la combinación de uva verdejo, sauvingnon blanc y moscato. También el conocido Maestrante es buena pareja de pescados y mariscos.
• Albariño. Estos vinos gallegos destacan por sus aromas frutales (melocotón, pomelo, pera…), florales y de hierbas. Son suaves y muy refrescantes, con una acidez muy equilibrada. ¿Con qué marisco podemos combinarlo? Con todos: centollos, mejillones, cigalas, nécoras… ¡Tómalo bien frío!
• Cava. El cava es el complemento perfecto de las ostras, pero también con el marisco en general, pues ayuda a potenciar el sabor y el intenso aroma de las almejas, lo bogavantes o las gambas.
• Rosados. Son caldos muy ligeros, sutiles y tremendamente refrescantes. Degusta un rico planto de gambas o langostinos frescos con una copa de rosado muy frío ¡Delicioso!
• También le van muy bien los caldos jóvenes y ligeros, que le dan un toque refrescante a la experiencia y los espumosos más secos, como el cava o el champán, que realzan su sabor y le dan un gran protagonismo.

Para degustar el jamón

Cuando hablamos de jamón, el maridaje perfecto para las cenas de Navidad son los vinos tintos de reserva, con los que establece un mano a mano de calidad.

También le van muy bien los caldos jóvenes y ligeros, que le dan un toque refrescante a la experiencia y los espumosos más secos, como el cava o el champán, que realzan su sabor y le dan un gran protagonismo.

No podemos olvidar los finos y la manzanilla, los favoritos de muchos consumidores de jamón. Asimismo, el amargor de la cerveza también puede ser un contrapunto estupendo para acompañar tu jamón.

¡Descubre otras claves para disfrutar de un buen jamón ibérico!

Vinos & queso

Pareja formidable donde las haya, los quesos ofrecen muchas posibilidades de maridaje. Si necesitas ideas para preparar una tabla de quesos en Navidad ¡Sigue el enlace!

• Quesos para untar. En los quesos para untar, adecuados para consumir sobre una tostada o pan, el vino para maridar con estos quesos son los blancos y rosados, aunque los cavas también son una buena alternativa.
• Quesos tiernos y semicurados. Los vinos para tomar con quesos menos madurados también son los blancos y rosados, aunque según aumenta la curación los quesos y el vino tinto maridan mejor.
• Quesos de oveja curados. Hablamos de quesos de hasta 12 meses de maduración, por lo que su textura es seca con mayor dureza, pero también de sabor más intenso. El mejor vino para el queso curado es tinto de crianza y reserva.
• Quesos de oveja viejo o añejo. Para los quesos de mayor curación además del maridaje queso y vino tinto crianza o reserva, los vinos generosos, olorosos y son también una muy buena opción.
• Queso cabrales. Su sabor fuerte llegando a ser intenso, picante e incluso un poco ácido. El maridaje más adecuado, además de la sidra, son los vinos finos y manzanillas, que aportan contraste; los vinos dulces, vinos tinto reserva o vinos olorosos o amontillados.
• Queso de cabra payoya. Un vino blanco joven y afrutado como un Sauvignon Blanc o un Verdejo puede ser una buena opción para maridar con el queso Payoyo, autóctono de Andalucía. También un vino tinto joven y fresco como un Tempranillo o un Garnacha puede complementar muy bien el sabor del queso Payoyo. Finalmente, un vino dulce como un Pedro Ximénez o un Moscatel puede ser una opción interesante.

Vinos para la carne

En general, a la carne le van mejor los vinos tintos, pero dependiendo del tipo de carne, blanca o roja, y su maduración encontramos vinos más adecuados que otros.

El pavo asado al horno, por ejemplo, es una de las recetas típicas de Navidad. Si está cocinado con un relleno dulce, lo mejor es combinarlo con un tinto joven y afrutado, con especias dulces, con uvas Syrah o Merlot una mezcla de ambas. Una buena apuesta para ello es el tinto joven Marqués de la Concordia, un Tempranillo no notas cremosas e intenso aroma afrutado.

El sabor intenso de las carnes rojas como la ternera pide un vino de más edad, un tinto reserva o gran reserva, como un Rioja Cune reserva, un Ribera del Duero Altos del Tamarón o, si quieres invertir más, un Protos reserva.

También gustan en Navidad las preparaciones con solomillo de cerdo ibérico. Llévate un buen solomillo de cerdo ibérico de nuestra Carnicería y rellénalo de higos y nueces para darle un sabor único, tal y como te explicamos en esta receta. Una buena idea para maridar son los Cabernet Sauvignon y Merlot como este vino somontano Enate. Otra buena opción es el tinto Barbazul de Cádiz, con aromas a fruta negra muy madura y notas especiadas.

El cordero asado al horno es otro de los platos más celebrados en Navidad. Puedes cocinarlo al horno, como en esta receta con romero y miel. Tu plato mejorará considerablemente si lo acompañas de un vino tinto, especialmente elaborado con uvas Syrah, Tempranillo o Pinot Noir. Te dejamos algunas propuestas como este vino tinto Gandul de la Sierra de Málaga, con recuerdos a frambuesa y grosella y matices de cereza; o este tinto crianza Habla del Silencio, un caldo extremeño muy goloso con abundantes notas frutales y bombón de licor de cerezas.

Y para el pescado

El pescado puede cocinarse de distintas formas y cada y para cada plato de pescado hay un vino distinto:

• Con mariscos y pescados a la parrilla, un vino blanco seco es la mejor opción, aunque también un rosado seco o el cava pueden encajar muy bien.
• Si el pescado está cocinado con una salsa roja, el mejor acompañamiento es un vino tinto como el Pinot Noir.
• Para pescados fritos, un vino andaluz como el fino o la manzanilla encajarán estupendamente. También un vino blanco afrutado rebajará la pesadez de la fritura para poder disfrutar del plato plenamente.
• Con pescados aliñados con limón y naranja, como el ceviche o el sushi, un vino blanco aromático como el Albariño maridará perfectamente.
• Un salmón o atún ahumados deben tomarse con un tinto joven o un rosado suave, vinos que tengan poco alcohol, para potenciar el sabor de estos ahumados.
• Los pescados cocinados en sal, como una dorada a la sal o una lubina a la sal, casan con un vino espumoso seco, de sabor suave, que no tape el sabor del plato.
• Los pescados en guisos o sopas deben estar también regados por un vino suave, ya que lo más importante es el sabor de la esencia del pescado. Así, elegiremos un vino blanco seco o un rosado que potenciarán los sabores de estos caldos.

Maridaje perfecto para los postres

Para acompañar tus postres con el más dulce de los sabores. Este Pedro Ximénez con 9 años de crianza de González Byass te conquistará por su aroma a pasas, higos, miel y regaliz. Te conquistará su tacto aterciopelado, de final largo y sabroso que recuerda a pasas viejas y dátiles.

Los Pedro Ximénez maridan a la perfección con postres de chocolate, helado de vainilla o quesos maduros. Su temperatura ideal de consumo está entre los 12° y los 14°.

Para terminar vamos con otro Pedro Ximénez bien diferente, el Exceptional Harvest de Ximénez-Spínola, de color oro y con una densidad poco habitual para un vino blanco. Huele a higos, pasas y ciruelas y resulta ligero e intenso a partes iguales en boca, con una acidez y una dulzura natural que juegan con con la fruta madura y carnosa.