¿Cuáles son los beneficios de los distintos tipos de carne?

La carne es una fuente natural de proteínas, un macronutriente esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. No obstante, un consumo excesivo o poco adecuado de carne pueden resultar poco saludable, sobre todo, debido a las grasas insaturadas que contienen. Por ello, es importante conocer qué carnes podemos consumir y cómo y los beneficios de los distintos tipos de carne.

Según marcan los nutricionistas, las carnes magras son las más saludables, ya que son ricas en proteínas de alta calidad, pero bajas en grasa (menos de 10 gramos de grasa por cada 100 gramos de peso). Por ello, la Agencia Española Seguridad Alimentaria y Nutrición establece que el consumo de carne no debe superar las 4 raciones semanales, preferiblemente de carne blanca y, además, en ningún caso deben ser más de dos esas raciones de carne roja.

Para orientarnos un poco, mientras que la carne del pollo, del pavo o del conejo es magra casi en su totalidad, el contenido magro de otras carnes, como la de vacuno, del cordero o cerdo dependerá del tipo de corte. Siempre es mejor tomarla fresca o congelada y evitar los procesados. Pero más allá de esta generalidad, veamos cuáles son los beneficios de los distintos tipos de carne.

Carne de pollo

Es la carne blanca por excelencia. La carne de pollo contiene un alto contenido en proteínas y un bajo contenido en grasas, ya que esta se encuentra en su piel. Su composición es de un 70% de agua, un 20% de proteínas y un 5% de lípidos. Destaca por su aporte de ácido fólico y vitamina B3 y minerales como el calcio, hierro, magnesio y potasio.

Debido a que es una carne de fácil digestión y textura suave, suele ser la primera carne que comemos a lo largo de nuestra vida. También es la preferida en determinados tipos de dieta, como la de las personas interesadas en ganar masa muscular.

Además del pollo blanco, en Supermercados MAS puedes encontrar un pollo amarillo de excelente calidad,  certificado por UVESA. Lo que lo diferencia del blanco es la alimentación que ha recibido, que es 100% vegetal y que, en nuestro caso, cuentan con una crianza mínima de 56 días, lo que da mayor tiempo o las aves para ejercitar y metabolizar los alimentos, algo que se aprecia en la textura de la carne, su grasa y su sabor.

No te olvides del caldo de pollo, que ofrece más colágeno y gelatina, ya que son más fáciles de extraer de sus huesos de pollo de menor densidad.

Carne de pavo

Otra de las carnes blancas más populares es el pavo, con un sabor más profundo pero más seco que el pollo. Al igual que este último, proporciona proteínas magras de alta calidad con bajo contenido en calorías ¡Estos son algunos de sus beneficios!

1. Controla el colesterol. La pechuga de pavo sin piel es uno de los cortes más bajos en colesterol que puedes encontrar,, así que consumir pavo te ayudará a mantener controlado sus niveles.
2. Te ayuda a dormir. Ya que contiene triptófano, un aminoácido esencial que estimula producción de serotonina, que ejerce un efecto calmante y ayuda a conciliar el sueño.
3. Te hidrata. Alrededor del 75% de la composición de la carne de pavo es agua. Te ayudará a cuidar la salud de tu piel y el correcto funcionamiento de tu organismo.
4. Favorece el crecimiento y el desarrollo. Sus proteínas contienen alto valor biológico (contienen los aminoácidos esenciales), por lo que te ayudarán a regenerar tus células. Por ello, con su consumo es especialmente importante en la infancia, la adolescencia y durante el embarazo.
5. Fortalece tus huesos. Al ser rico en fósforo, el consumo de pavo te ayuda a fortalecer los huesos y dientes.
6. Fuente de energía. El pavo contiene varios tipos de vitamina B que ayudan a convertir el alimento en energía, ayudando además a hacer la digestión. Asimismo, la vitamina B6 retrasa la pérdida de la memoria relacionada con la edad.
7. Mejora tu vista. Gracias a la presencia de zinc, consumir pavo te ayuda a cuidar tu vista. Otros minerales que contiene en buena proporción son el selenio, fósforo y niacina, que protege los ojos del desarrollo de cataratas.

Carne de conejo

El conejo es una carne relativamente barata y muy común en España donde se utiliza para arroces, caldos, sopas y cocidos, entre otros.

A diferencia de otros tipos de carnes, la de conejo no tiene un alto contenido en proteínas, pero es muy baja en grasas y calorías. Es rica en nutrientes y tiene gran contenido en vitamina B12 y selenio. Además, tiene un bajo contenido en ácido úrico, lo que permite que sea más tolerable por personas con gota

También es recomendable comer su hígado, ya que es uno de esos alimentos ricos en vitamina D, la cual ayuda al cuerpo a absorber el calcio y también la usan los músculos para moverse y el sistema nervioso para transmitir información del cerebro al resto del cuerpo ¡Súper importante!

Las propiedades del cordero

Al hablar de los beneficios de los distintos tipos de carne, no podemos olvidar la carne de cordero, que procede de una oveja joven y es popular por su intenso sabor y su textura suave. Si se trata de una oveja adulta, entonces hablamos de carne de carnero.

Este tipo de carne se puede considerar como carne grasa, aunque la cantidad de ésta varía en función del tiempo del cordero y de la pieza que se consuma. Así, a medida que aumenta la edad del animal sacrificado, aumenta la cantidad de grasa.

Su carne aporta proteínas de alto valor biológico, pero además contiene fósforo, selenio y potasio y es baja en sodio. En cuanto a las vitaminas, incluye la B3, la B6 y la B12. Además no contiene ácido úrico.

Si el cordero no es habitual en tu cocina y no sabes muy bien cómo prepararlo, te contamos cómo cocinar su carne correctamente y disfrutarla al 100%.

Beneficios de la carne de vacuno

La carne de vacuno tiene alto nivel de macronutrientes, que varían en cuanto a la edad de sacrificio y la pieza de consumo. Como carne roja, hay que controlar su consumo. De hecho, la carne roja no hay que por qué consumirla todas las semanas, con 3 o 4 veces al mes es suficiente, no superando las raciones de 100 – 125 gr. 

En cuanto a otros nutrientes, la carne de vacuno también aporta grandes cantidades de hierro, zinc y aminoácidos esenciales como la vitamina B12.

De ella, podemos destacar que tiene mayor cantidad de hierro que las blancas, un mineral imprescindible para el buen rendimiento físico y mental. Además, es un hierro de fácil absorción, por lo que, si tienes un problema de anemia, las carnes rojas deben estar en tu dieta.

Aunque la carne blanca tiene menos grasa y, por tanto, resulta más digestiva, la mayor cantidad de grasa que contienen las carnes rojas, hacen que estas tengan más sabor y sean más jugosas que las blancas. Podemos decir que las más grasas son el cerdo (25 gr por cada 100 gr), el cordero (19 gr/100 gr) y la ternera (11 gr/100 gr).

Para evitar el exceso de grasa, mejor comprar cortes magros (en el caso del cerdo, por ejemplo, solomillo mejor que secreto) y no procesados. Es decir, se prefieren las piezas enteras como un solomillo o un filete que carne picada, que puede llevar más grasa.

Aquí te contamos cuáles son las diferentes piezas de la ternera y sus uso en la cocina.

Carne de cerdo

La carne de cerdo es otro de los productos frescos de esta temporada. A parti del mes de octubre, comienza la montanera, la última fase de la cría del cerdo ibérico, en la que pasta en la dehesa alimentándose de bellotas para que se produzca el engorde tradicional del cerdo.

La carne de cerdo o porcina se suele clasificar como carne roja, pero hay ciertas partes que se consideran carne blanca, como el lomo. 

Es, sin duda, una de las carnes más populares del mundo, en especial, en países como España donde su consumo se eleva debido a los embutidos y los jamones e ibéricos que se obtienen del cerdo. La carne de cerdo destaca por su alto contenido en vitamina B1, que contribuye al metabolismo de la glucosa y a la protección de la salud cardíaca, y en ácidos grasos omega-6. 

También tiene selenio y zinc, que se encargan de reforzar el sistema inmunitario y combatir el estrés oxidativo. 

Al rico pato

Para terminar con los beneficios de los distintos tipos de carne, vamos a fijarnos en la carne de pato. De este animal se suelen usar las pechugas y las patas. El hígado y otras zonas se usan para hacer patés o foie gras.

También es un tipo de carne blanca, pero es menos popular que el pollo. En cuanto al valor nutricional, la carne de pato ofrece muchos beneficios para la salud. Además de ser rica en proteínas, contiene una cantidad importante de selenio, fósforo y vitaminas del grupo B. También aporta una considerable cantidad de hierro.

El aporte calórico del pato es superior al del resto de las aves, pero varía dependiendo de la piel del animal, ya que la mayor parte de la grasa se encuentra ahí. Una vez retirada la piel, la carne de pato se convierte en magra.