Cómo aprovechar las sobras de verano

Aprovechar las sobras del verano nunca fue tan fácil

Las vacaciones y el cambio de rutinas hace que bajemos la guardia y es habitual que en verano crezca el desperdicio de alimentos. Así lo indica el ‘Panel de Cuantificación del Desperdicio Alimentario en los Hogares españoles’  del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que refleja que entre los meses de primavera y verano se desperdiciaron más de 650 millones de kilos de alimentos en el ámbito doméstico. Por ello, en esta época del año, debemos prestar una especial atención a aprovechar las sobras del verano.

Los productos que más se desperdician en esta época son los más frescos: carne, pescado, verduras y ensaladas, también por el efecto del calor en los alimentos, que hace que duren menos. No obstante, hay muchas opciones para evitar el despilfarro de alimentos. Te ayudamos dándote algunas pistas para aprovechar las sobras del verano ¡Muy fácil!

Aprovecha las sobras de carne de la barbacoa

Tips para aprovechar las sobras de verano

Aprovechar las sobras de verano es muy fácil

El verano es época de barbacoas. No es raro que compremos de más para nuestro evento y nos sobre comida y bebida, a veces bastante ¡Pero puedes aprovecharlo todo para hacer otros platos que para consumir en los días o semanas posteriores! La carne también.

También puedes aprovechar las sobras de carne. Además de congelar las piezas frescas en buenas condiciones, puedes emplearlas en elaborar distintas recetas, como croquetas de todo lo que se te ocurra, hamburguesas caseras con la carne picada, espaguetis con boloñesa hecha por ti, un arroz con alcachofas y pollo, empanadillas de pollo con curry y pasas o unas alubias blancas con carne de barbacoa (chorizo, morcilla, panceta, costillas…), cebolla y zanahoria.

No te olvides de las conservas (ni de su líquido)

Las conservas son este tipo de productos que compramos en abundancia en verano para tener siempre a mano algo disponible. Si te han quedado algunas de las compras estivales, puedes emplearlas una vez pasadas las vacaciones de distintas maneras.

¿Qué platos puedes elaborar con las conservas? Pues desde una rica ensalada con ventresca de atún, hasta un sandwich de mejillones con un toque de alioli pasando por unas almejas picantes, haciendo un refrito de ajo y pimentón picante con un poco de vino blanco. ¿Tienes por ahí una lata de sardinas? Pruébala en una pasta con piñones. Y si te ha quedado bonito, abre un tomate y rellénalo con la conserva de pescado, quinoa, mayonesa y un poco de cogollo.

Pero además de aprovechar las conservas en sí, puedes sacarle mucho partido en la cocina a  los líquidos de conservación, como descubrirás en el siguiente enlace. Para los guisos de pescado, para cocer la pasta, como aceite aromatizado o en salsa y escabeches ¡Estos jugos le darán un punto especial a tus recetas!

Dale vida a las sobras de pescado

En primer lugar, te recordamos que existen muchas maneras de alargar la vida de un pescado, tal y como te contamos en el enlace. Entre ellas, están las opciones de preparar un guiso , marinarlo cubriéndolo con sal gorda y azúcar, ahumándolo o simplemente congelándolo debidamente: si está en crudo, hazlo directamente; y si está en guiso, mete en el congelador a temperatura ambiente.

También puedes tirar de algunas recetas de aprovechamiento sencillas con pescado, como este sandwich de pescada con mayonesa, sopas de pescado y marisco, croquetas de bacalao o buñuelos, albóndigas de choco o un gazpachuelo malagueño fresquito.

Imaginación al poder con las hortalizas

Pastel de verduras

Tarta de verduras

Las verduras son de los alimentos que más desperdiciamos, pero, por contra, son de los que más posibilidades tienen a la hora de ser aprovechados. En primer lugar, las hortalizas se pueden congelar guardando algunas precauciones. Síguelas y cuando las necesites, sólo tendrás que descongelar y usar.

El calabacín y la berenjena, por ejemplo, los puede congelar ya cocinados o al menos escaldados; la calabaza pelada y cortada en dados y, por supuesto, hecha puré o crema; y las espinacas, así como las acelgas y otras verduras de hoja verde se pueden congelar siempre y cuando estén hervidas o escaldadas.

¡Y recetas de aprovechamiento de verduras todas las quieras! Hablamos de sopas y cremas: de apio y nabo, de berenjena, de calabacín, de coliflor y setas… También de una tarta de verduras de otoño como la del enlace, de un wok de verduras y, por supuesto, ¡zumos de verdura!

Las frutas dan para mucho

Y si hablamos de fruta, las posibilidades de aprovechamiento crecen por mil. Batidos, mousse, helados, tartas, bizcochos… la lista es interminable. ¡Incluso hay fruta que puedes congelar! Eso sí, excepto los frutos rojos y los cítricos sin piel, que se pueden congelar crudos, el resto se tiene que congelar cocida o en puré, compota o con azúcar o almíbar.

Por ejemplo, ¿tienes un melón maduro? Pues puedes hacer sopas y gazpachos, mousse, sorbetes y granizados e incluso puedes añadirlo macerado a tus ensaladas, tal y como este explicamos en el enlace. También puedes hacerte smoothies variados: de melocotón, de sandía, de albaricoque, ciruela, brevas o papaya ¡De todo lo que tengas en casa!

Para aprovechar frutas tropicales también tenemos ideas, ensalada de mango, langostinos y aguate; ensalada de pavo, piña y cangrejo; crema de chirimoyas o crema de yogur con frutas tropicales son algunas de ellas.

5 consejos para reducir el desperdicio de alimentos en verano

Además de aprovechar todos los alimentos e ingredientes que puedas, te será muy útil seguir estos consejos para evitar el desperdicio de tus alimentos en verano.

Cómo descongelar los frescos

Organiza el congelador

  1. Diseña tu menú con antelación. Nada mejor que saber qué vas a necesitar realmente para las comidas de tus próximos días con el fin de hacer tu compra más óptima y evitar el desperdicio de alimentos. Revisa lo que tienes en la nevera, despensa y congelador y elabora tu lista de la compra sólo con lo preciso, evitando comprar cosas por duplicado. Un buen truco para ello es cocinar con el método del batchcooking, con el que podrás planificar tu menú para toda la semana.
  2. Compra productos de temporada. Los productos frescos de temporada siempre son más económicos. Y, sin duda, son los mejores en cuanto a sabor y nutrientes, porque se encuentran en su mejor momento del año. Si quieres hacer tu compra más sostenible, ven a conoce cuáles son los frescos de temporada de Supermercados MAS.
  3. Cocina calculando las raciones. Cuando cocines, calcula bien las cantidades para que no sobre. Haz raciones pequeñas, dejando la opción de repetir por si quedan ganas.
  4. Organiza tu nevera para saber qué tienes. A veces es tan simple cómo saber qué alimentos tienes en casa para hacer una compra más eficiente. Para ello, nada como una buena organización. Coloca al fondo de la nevera o despensa lo que has comprado recientemente y deja a la vista lo que lleve más tiempo guardado, para evitar que caduque o se estropeen.
  5. Congela. ¡No te olvides del congelador! Tu gran aliado para la conservación de los alimentos. Congelar lo que no vas a consumir en breve te ayuda a alargar la vida útil de los alimentos. Recuerda poner una etiqueta con la fecha de congelación para no perderle la pista y mucho mejor si lo haces en raciones individuales para descongelar sólo lo que necesites.
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